En Medellín, los jueces hombres rechazan más tutelas por aborto que las juezas mujeres. Un 62 % de las tutelas presentadas por mujeres para acceder a un aborto seguro fueron rechazadas por jueces hombres, según revela una reciente investigación. Más allá de la negativa, el impacto es devastador: estas mujeres tienen un 161 % más de probabilidad de morir por abortos inseguros, además de menor nivel educativo y participación laboral. Sus hijas e hijos nacidos enfrentan también mayores riesgos de no asistir al colegio y de verse obligados a trabajar.
La investigación recopiló las tutelas por aborto presentadas por mujeres entre 2006 y 2022, periodo en el que el aborto estaba despenalizado por la Corte Constitucional bajo tres causales: cuando la vida de la mujer estaba en riesgo, inviabilidad del feto fuera del útero y cuando el embarazo fuera producto de violación o incesto. En ese tiempo, en Medellín se presentaron 19.760 tutelas por aborto; de ese total, solo el 38,6 % fueron aceptadas, lo que evidencia las barreras para acceder a este derecho en la capital antioqueña.
De acuerdo con Juliana Londoño-Vélez, profesora asistente de Economía en la Universidad de California en Los Ángeles y una de las autoras de la investigación, el factor más determinante para analizar si una tutela de aborto es negada es el género del juez. “Los jueces hombres tienen una probabilidad 20 puntos porcentuales mayor de rechazar una tutela de aborto que las juezas mujeres”, señala.
Según la investigación, las consecuencias de negar una tutela por aborto son inmediatas, y la más grave se relaciona con la vida de las mujeres: el riesgo de muerte aumenta en 2,5 puntos porcentuales (161 % más), principalmente por abortos inseguros que causan infecciones y septicemias.
“Cuando se niega una tutela por aborto, es básicamente una sentencia de muerte. Estos resultados también hablan de la importancia de la representación femenina en el sistema judicial. Una jueza mujer está salvando una vida”, explica la investigadora.

Consecuencias a largo plazo
Las investigadoras rastrearon los efectos inmediatos y a largo plazo —hasta 15 años— sobre las mujeres que no pudieron acceder a la interrupción voluntaria del embarazo. Por ejemplo, identificaron que, al negarse la tutela, la probabilidad de que la mujer dé a luz en los nueve meses siguientes aumenta en 31 puntos porcentuales.
“Esto muestra que cuando ponemos restricciones al aborto legal, no todas las mujeres recurren a la ilegalidad; para muchas implica dar a luz a un embarazo que no era deseado”, precisa Londoño.
Esta situación impacta directamente en la calidad de vida de las mujeres. Los datos reflejan que aumenta la probabilidad de presentar problemas de salud, disminuye su acceso a la educación y participación laboral, y crece la posibilidad de vivir en situaciones de pobreza. También afecta la composición familiar: la probabilidad de divorcio aumenta. “Negar abortos no hace matrimonios más sólidos; por el contrario, causa desintegración familiar”, señala Londoño.
Impactos en los hijos e hijas
Otro hallazgo relevante es el impacto sobre las hijas e hijos ya nacidos. Una de cada cinco mujeres que presentó una tutela por aborto ya era madre, lo que afecta directamente su economía y el entorno familiar.
La investigación evidencia que, tras la negativa, la probabilidad de que esos hijos e hijas asistan al colegio disminuye en 34 puntos porcentuales, y aumenta en 10 puntos porcentuales la posibilidad de que trabajen. “Esto nos muestra que pensar los derechos reproductivos de las mujeres, en particular el acceso al aborto legal y seguro, tiene implicaciones más allá de la vida, salud y bienestar económico de la mujer; también repercute directamente en el bienestar de sus hijos e hijas”, concluye Londoño.

Diferencias según causal
Teniendo en cuenta las tres causales del aborto vigentes antes de la sentencia C-055 de la Corte Constitucional —que despenalizó la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 24—, el comportamiento de los jueces hombres fue el siguiente:
- Ante la causal de violación o incesto, los jueces hombres rechazaron tutelas con 40 puntos porcentuales más que las juezas mujeres.
- Cuando la tutela se basaba en riesgo para la vida de la mujer, la diferencia fue de 20 puntos porcentuales.
- En casos de malformación genética del feto incompatible con la vida extrauterina, también hubo una diferencia de 20 puntos porcentuales.
Aunque tras la sentencia de 2022 el número de tutelas ha disminuido, aún no es cero. Para Juliana Londoño, esto demuestra que persisten las barreras para acceder al aborto, que incluyen la falta de información, obstáculos geográficos y trabas dentro del sistema de salud, como han denunciado organizaciones como Causa Justa por el Aborto y la Mesa por la Vida.
Esta investigación fue realizada por Juliana Londoño-Vélez y Estefanía Saravia, puedes leer la investigación completa aquí: bit.ly/informequepasa