La Asociación Madres del Catatumbo por la Paz denuncia que al menos 18 mujeres han sido asesinadas en Norte de Santander desde que estalló la actual crisis humanitaria. Aseguran que ha habido un aumento en la persecución, las amenazas y los señalamientos hacia las mujeres de la región, y solicitan espacios de participación que garanticen la paz en su territorio.
A Carmen García, presidenta de la Asociación, no le tiembla la voz para denunciar los vejámenes que la violencia ha dejado en su comunidad. Desde que el ELN asesinó a su hermano —a quien ella crió como un hijo— afirma que “la mataron en vida”. “Ya uno camina por caminar, anda por andar. Lo único que da fuerzas es seguir luchando para que más madres no tengan que enterrar a sus hijos”, sostiene.
Esa lucha, que la llevó a unirse con otras madres para fundar la organización, hoy la impulsa a denunciar el aumento de la violencia de género y feminicida en el territorio. Una violencia que, según la Asociación, ha cobrado la vida de 5 mujeres en el Catatumbo y 18 en todo Norte de Santander. De ese total, 8 asesinatos ocurrieron en el mes de junio.
Para ella, la guerra en el territorio nunca ha cesado; por el contrario, se ha recrudecido. Solo que ahora ya no ocupa los titulares de los principales medios del país. Ante esa indiferencia, denuncia cómo las mujeres quedan en medio del conflicto armado: “Por un lado nos señalan de ser la madre, la esposa o la hermana de algún miembro de un grupo al margen de la ley, o de un policía o soldado. Las mujeres en el Catatumbo somos un motín de guerra”, afirma la defensora de derechos humanos.
Frente a la ola de violencia feminicida, también denuncian el abandono total de las instituciones del Estado. Aseguran que los feminicidios no son investigados con el rigor necesario y que, por el contrario, tanto los medios de comunicación como las autoridades revictimizan a las mujeres con señalamientos sobre supuestos vínculos con actores armados.
Una crisis humanitaria que no cesa
Desde el 16 de enero de 2025, cuando el Ejército de Liberación Nacional (ELN) lanzó una ofensiva contra el Frente 33 de las disidencias de las FARC, la violencia en el Catatumbo ha escalado. De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, entre el 16 de enero y el 28 de abril de 2025, los enfrentamientos han dejado un saldo de:
- 64.783 personas desplazadas forzadamente
- 12.913 personas confinadas
- 117 homicidios y múltiples infracciones al derecho internacional humanitario
“La situación ahora es peor que a inicios de año. Las personas están confinadas, encerradas, les quitan sus celulares, los territorios están minados. Hace menos de dos días vinieron por un campesino: él escapó, pero secuestraron a su esposa y dejaron a su hijo de 7 años abandonado. Es algo inhumano lo que está sucediendo en el Catatumbo”, denuncia Carmen García.
“Paren esta guerra contra las mujeres”
En un comunicado difundido el 11 de junio, la Asociación solicita al presidente Gustavo Petro, a la Fiscalía General de la Nación, a la Gobernación de Norte de Santander y a otras instituciones del Estado que investiguen con perspectiva de género las muertes violentas de mujeres en el territorio. “Les exigimos a la Fiscalía que no archive más nuestras muertes como excusa (…) Les pedimos a los actores armados: paren esta guerra contra las mujeres”, se lee en la misiva.

Carmen también señala que, en reiteradas ocasiones, ha solicitado que las madres del Catatumbo sean incluidas en las mesas de consejería y en los diálogos nacionales, ya que han sido ellas quienes han tenido que enterrar a sus hijos e hijas y merecen ser escuchadas. Igualmente, le piden al Gobierno que retome los diálogos de paz con el ELN: “Es la única manera de detener todo lo que está sucediendo”, afirma.
Por otro lado, es enfática en continuar sus denuncias contra el reclutamiento forzado de menores, y advierte que si el Frente 33 de las disidencias de las FARC continúa en diálogos, debe comprometerse a no reclutar más niños ni niñas. “Nosotras no parimos hijos ni hijas para la guerra”, concluye.