Según el informe “Con permiso para despreciar” de la organización Caribe Afirmativo, en 2024 se registraron 164 asesinatos de personas LGBTIQ+, lo que representa un aumento del 3 % frente a 2023. Además, se reportaron 689 víctimas de violencia sexual. El panorama revela que, en promedio, cada dos días una persona LGBTIQ+ fue asesinada y, con la misma frecuencia, mujeres lesbianas y bisexuales —principalmente— fueron víctimas de violencia sexual.
El reciente caso del transfeminicidio de Sara Millerey conmocionó al país y a la comunidad internacional por la crueldad del crimen y el menosprecio de quienes grabaron su sufrimiento. Este hecho no fue aislado. Según Caribe Afirmativo, en lo corrido de 2025 se han registrado 41 asesinatos de personas LGBTIQ+ en Colombia.
Para Wilson Castañeda, director de la organización, estas cifras reflejan la sistematicidad de un fenómeno que se ha consolidado como parte estructural de la vida cotidiana para quienes se atreven a existir desde cuerpos, expresiones y deseos diversos.
Durante la presentación del informe, la organización alertó sobre el aumento de la violencia homicida hacia personas LGBTIQ+ -pasando de 159 casos para 2023 a 164 para 2024-, así como del incremento de la violencia sexual, que creció un 63 % respecto al año anterior, con un total de 689 víctimas, principalmente mujeres lesbianas y bisexuales.
Para Cristian de la Rosa, coordinador del área de Derechos Humanos de Caribe Afirmativo, es preocupante que, mientras otros delitos presentan una reducción, las formas más graves de violencia, como el homicidio y la violencia sexual, continúan en aumento.
Además, la organización denunció la alta cifra de impunidad en los casos de homicidios y feminicidios contra personas sexo-género diversas. Del total de casos reportados entre enero y diciembre de 2024, el 86 % se encuentra en etapa de indagación y apenas el 6 % ha avanzado a juicio oral.
Cristian de la Rosa señala que las causas de esta impunidad son múltiples, entre ellas, el colapso del sistema judicial —marcado por la falta de personal capacitado— y la normalización de la violencia hacia personas LGBTIQ+. “La justicia parte del prejuicio de que muchos de estos actos de violencia fueron ‘provocados’ por las propias víctimas y omite los hechos que los configuran como crímenes por prejuicio”.
A esto se suma, según de la Rosa, la falta de comprensión por parte del sistema judicial sobre los patrones de sistematicidad de esta violencia. “Al considerarlos hechos aislados, se asumen como riñas o conflictos personales, y se omite el contexto de discriminación estructural que enfrentan las personas sexo-género diversas”.
Las redes sociales como escenario de violencia digital
Uno de los hallazgos más relevantes del informe tiene que ver con el aumento de las violencias en entornos digitales. De acuerdo con el documento, en 2024 se presentaron 1.096 casos de violencia digital, dirigidos principalmente a activistas, líderes sociales y creadores de contenido, afectando en su mayoría a hombres gais y bisexuales.
Para Sibelys Barrios, abogada de Caribe Afirmativo, estos datos evidencian que “lo diverso no tiene lugar ni siquiera en lo virtual” y destaca que hubo un pico de reportes especialmente en marzo y junio. “Vemos con preocupación que en marzo, cuando se debatía el proyecto de Ley de Inconvertibles, hubo mayor exposición y, por ende, mayor riesgo. Lo mismo ocurre en junio, durante el mes del orgullo LGBTIQ+”, explicó.
Esta situación también se relaciona con los datos sobre amenazas contra personas LGBTIQ+, que alcanzaron las 1.436 víctimas, afectando principalmente a personas adultas entre los 27 y 59 años y a jóvenes entre los 18 y 29 años. En estos casos también persiste la impunidad: el 99 % de los procesos se encuentra en etapa de indagación.
Defensores y activistas LGBTIQ+ en riesgo por parte de grupos armados
Los datos revelados por Caribe Afirmativo también exponen el riesgo que enfrentan líderes y activistas LGBTIQ+ por parte de grupos armados al margen de la ley. El informe registró 226 casos de amenazas a liderazgos sociales, principalmente mediante panfletos intimidatorios.
“Estos panfletos contienen mensajes de exterminio y ‘limpieza social’ hacia personas LGBTIQ+. Nos muestran cómo los grupos armados perciben a las personas sexo-género diversas: como algo que debe ser erradicado”, afirma Sibelys.
Para Cristian de la Rosa, el panorama general de violencia en Colombia es alarmante y, si el Estado no toma medidas urgentes, las consecuencias serán aún más graves en los próximos años. “Las disputas entre grupos armados están dejando a las personas LGBTIQ+ en el centro del conflicto. Ya la Comisión de la Verdad advirtió sobre la aceptación social de esta violencia”, añadió.
Para finalizar, Wilson Castañeda subraya que el informe no solo evidencia una discriminación sistemática, sino también una grave invisibilización: “Nos arrebatan la dignidad. Quieren construir un país sin nosotras, nosotros y nosotres. De ahí el nombre con permiso para despreciar, porque la sociedad colombiana ha permitido el desprecio hacia nuestras vidas”, puntualizó.