“No es tu culpa”: la obra de ballet que explora la violencia de género

Lauren Franco

Jeimi Villamizar

Género

En un país que registra la horrorosa cifra de 745 feminicidios al año, un grupo de bailarinas ha decidido usar su cuerpo para gritar “Nos queremos vivas”. A través de la obra No es tu culpa, la compañía de baile TE&M Ballet Creativo explora la violencia de género desde el movimiento, sumergiendo a los espectadores en una realidad que cobra la vida de tres mujeres diariamente. Esta impactante puesta en escena tendrá su última función del año el próximo 9 de diciembre en el Teatro Libre de Bogotá.

Fotografía: Jeimi Villamizar

“Que tiemble el Estado, los cielos, las calles, que tiemblen los jueces y los judiciales” resuena en escena mientras las bailarinas se mueven con tal fuerza que el objetivo de la canción se cumple: hacer temblar a la audiencia. Sus cuerpos, sus zapatillas de ballet y sus vestuarios son capaces de contar una historia que pone la piel de gallina, genera un nudo en la garganta y provoca lágrimas en un público que empatiza profundamente, reconociendo que esta realidad es más cercana de lo que parece.

“Es una obra de la que no se van a arrepentir. Sí, les va a doler, quizás derramen una que otra lágrima, pero la van a disfrutar, y lo más importante: van a sentir que no están solas. Ese es nuestro objetivo”, expresa Laura Velázquez, directora, fundadora y coreógrafa de TE&M Ballet Creativo, y la mente detrás de esta obra.

Laura afirma que la obra surge porque, como mujeres, se dieron cuenta de que han normalizado muchas formas de violencia. “Nos han enseñado a aguantar, a callar, y esta es una manera de decir que no vamos a seguir callando. No tenemos por qué aguantar más violencias, y lo hacemos a través de esto que amamos: el baile”, enfatiza.

A través del arte, las bailarinas de TE&M quieren expresar su indignación frente a la ola de violencia que acecha a las mujeres y “aportar desde lo que nosotras hacemos para que esto algún día deje de pasar y sea solo un mal recuerdo”, señala Laura.

Aunque la obra representa un reto emocional para ellas como mujeres y bailarinas, han logrado transformar el dolor en cada movimiento. “Para mí es tomar ese dolor y dárselo a mi cuerpo. Muchas veces mi cuerpo fluye o simplemente lo cuenta, porque es algo que nace desde el corazón, algo verdadero. Esa emotividad se transforma, se abre a las personas y permite contar lo que cuenta la danza”, comparte Angie, una de las bailarinas.

Dos funciones en una noche que exploran las luchas de las mujeres

El 9 de diciembre, la compañía también presentará la obra La imagen perfecta, que, en palabras de su directora, “es una fisura en los estereotipos que nos han impuesto a las mujeres”. Esta pieza explora los diferentes momentos de la historia donde las mujeres han tenido que cargar con estereotipos que obstaculizan el desarrollo de sus vidas y recorre luchas significativas del movimiento feminista, como el derecho al voto o la reciente demanda de una vida libre de violencia.

La obra busca dejar un mensaje claro y contundente: “Camina como quieras, vístete como quieras, no te cohíbas de nada. Sé tú misma; el mundo te debe recibir tal como eres”.

Una compañía que resignifica el baile

TE&M Ballet Creativo resignifica los espacios de baile, tradicionalmente marcados por estereotipos y prejuicios sobre el cuerpo. Desde el primer día que Laura Velázquez convocó a un grupo de bailarinas para dar forma a esta idea que rondaba en su cabeza, supo que quería un espacio “construido por mujeres, para mujeres, y que fuera seguro, donde pudieran reconciliarse consigo mismas, con la profesión y con la sociedad”. Laura estaba decidida a que su compañía no replicara las violencias que ella misma vivió como bailarina.

“A pesar de ser disciplinada, constante y técnicamente sobresaliente, mi cuerpo me excluyó de muchos momentos y me impidió ver la danza clásica como una profesión. Siempre se me presentó como un hobby porque, según los estándares, no tenía el cuerpo para desarrollarme profesionalmente. Cuando me convertí en maestra y coreógrafa, supe que no quería replicar aquello que me hizo daño. Quise brindar un espacio a mujeres que, como yo, tenían la intención, las ganas y el amor por bailar”, reflexiona Laura.

“Tu cuerpo no es un limitante para bailar. En muchos espacios, no en todos, pero en muchos, el peso o la altura son factores que determinan qué tipo de bailarina serás o cuánto vales incluso como persona. Aquí no. Aquí entendemos que cada cuerpo llega hasta donde su voluntad y su amor lo permitan, y eso es muy importante”, explica Sofía, bailarina y maestra de la compañía.

Para estas mujeres, que no conciben un mundo sin la danza, estar en un espacio seguro significa todo. Gracias a este entorno, donde pueden expresar sus emociones a través del baile, continúan persiguiendo sus sueños. “El baile nos mueve las vísceras. Una vive por la danza, respira por la danza; es nuestra terapia. No concebimos la vida sin bailar, sin el movimiento, porque eso sería como morir en vida” expresa Rebeca de la Oz.

Si desean adquirir boletas para las funciones, pueden contactar a la compañía a través de sus redes sociales: @teymballetcreativo.

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